jueves, 26 de septiembre de 2013

Conociendo al Papa Bueno (Parte IV)


CONOCIENDO AL PAPA BUENO (Parte IV)

(Gentileza del Seminario Catequístico Arquidiocesano Juan XXIII)

Nuestro querido seminario cumple en 2013 sus primeros 50 años y por eso queremos ayudarnos a profundizar la vida de Juan XXIII. Para ello nos basamos en el libro “Juan XXIII” de Mario Benigni y Goffredo Zanchi, con prólogo de Loris F. Capovilla quien fuera secretario del Papa.

 

Vocación y formación
   El período de la Iniciación cristiana y su adhesión al Apostolado de la Oración fueron encaminando su vocación y allí sobrevino la etapa de su formación en el seminario. Años intensos de estudio y oración. Pero hubo un momento importante: el 8 de diciembre de 1897 fue agregado oficialmente a la Congregación Mariana al cabo de dos años de noviciado.  De la mano de la Virgen a quien oraba permanentemente continúa su preparación. También era habitual su oración a San José, a quien le rezaba dos veces al día.
   Es en esta etapa que comienza a escribir su Diario del alma: una verdadera cronohistoria del espíritu donde va poniendo por escrito las gracias recibidas. Y todas las dificultades también las volcaba en esas páginas. Un verdadero diario espiritual donde uno puede seguir su crecimiento sobre todo en lo interior.
La ordenación sacerdotal
Luego de la formación en distintos seminario y mucho tiempo en Roma llega el día esperado de su ordenación sacerdotal: 10 de agosto de 1904, en la Iglesia de Santa María del Monte Santo. Tuvo que pedirse una dispensa porque “Angelito”  no tenía aún 23 años.
Su primera misa al otro día en San Pedro y al cruzar la plaza, nos escribe en su Diario: «¡qué consuelo en aquella Misa! Recuerdo que entre los sentimientos de que rebosaba el corazón, uno dominaba a los demás: un gran amor a la Iglesia, a la causa de Cristo, al Papa, una entrega total de mi ser al servicio de Jesús y la Iglesia; un propósito, un sagrado juramento de felicidad a la cátedra de San Pedro, de trabajo incansable por las almas. Dije al Señor junto a la tumba de San Pedro; Señor, tú lo sabes todo, sabes que te amo».
El encuentro con el Papa Pío X fue otro momento muy fuerte de ese día y las palabras del Santo Padre: «yo pediré al Señor, que bendiga especialmente tus buenos propósitos para que sea usted de verdad un sacerdote según el corazón de Él» Y la gran fiesta fue el 15 de agosto, cuando el hijo predilecto volvió a Sotto il Monte y fue recibido con cariño y alegría por su pueblo natal.
Reflexión:
Pidamos a la Virgen que camine junto a nosotros para no apartarnos de nuestra vocación y que nos ayude a crecer en el amor a la Iglesia.

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